PREFIERE LA HARTURA Y SOSIEGO MENDIGO A LA INQUIETUD MAGNÍFICA DE LOS PODEROSOS Soneto Mejor me sabe en un cantón la sopa, y el tinto con la mosca y la zurrapa, que al rico, que se engulle todo el mapa, muchos años de vino en ancha copa. Bendita fue de Dios la poca ropa, que no carga los hombros y los tapa; más quiero menos sastre que más capa: que hay ladrones de seda, no de estopa. Llenar, no enriquecer, quiero la tripa; lo caro trueco a lo que bien me sepa: somos Píramo y Tisbe yo y mi pipa. Más descansa quien mira que quien trepa; regüeldo yo cuando el dichoso hipa, él asido a Fortuna, yo a la cepa. (Francisco de Quevedo)